domingo, 4 de mayo de 2025

El yugo del queriente

 



Si amo, es como beber del río turbio,


sumisión que en el 2019 me ató con cadenas de niebla.


Él, amo de la querencia, señor de un trono de espinas,


reina donde el perro, mudo, no osa alzar su voz.


En la próxima vida, que me alcance el silencio,


sin lecciones que pesen como piedras en el alma.


Insoportable, sol que quema sin dar luz,


dueño de un reino donde el aire se vuelve ceniza.


Manda, y si desobedezco, su furia es tormenta sin lluvia.


¿Qué se cree, este titán de barro que todo lo exige?


Por su sombra, mi pecho aprendió el galope de la angustia,


un nudo de raíces que él, sin saberlo, sembró.


Allison Panizza
04/05/2025

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