sábado, 30 de marzo de 2024

Ama tu tristeza, tus miedos, tu enojo, tus quejas, tus sombras…

 




En la quietud de la noche, bajo un manto de estrellas, se escucha el susurro del alma. Ama tu tristeza, acógela como una amiga leal que te acompaña en el viaje de la vida. No la rechaces, pues es ella quien te está enseñando a desprenderte del peso del pasado. Deja que sus lágrimas purifiquen tu ser, lavando las heridas que llevas en lo más profundo de tu ser. En cada suspiro, en cada lamento, encuentras la fuerza para liberarte. La tristeza es la llave que abre las puertas de la sanación, permitiendo que tu luz interior brille con más intensidad.

En el rincón más oscuro de tu ser, donde la sombra y el temor se entrelazan, se gesta el poder de tu valentía. Ama tus miedos, pues en su abrazo hallarás la fuerza para alzar vuelo, desafiando la tormenta y la duda. Son ellos quienes te empujan a explorar los confines de tu coraje, a descubrir que eres más grande que las sombras que intentan eclipsarte. En cada latido, en cada susurro, sientes el impulso de tu propia grandeza, capaz de vencer cualquier obstáculo y alcanzar las estrellas más lejanas.

En la tormenta de emociones, donde el enojo arde como fuego, se esconde la lección más profunda de autenticidad. Ama tu enojo, pues en su furia encuentras la voz que clama por justicia, que reclama tu espacio. Es un maestro rudo, pero sabio, que te enseña a trazar límites firmes en el lienzo de tus relaciones, protegiendo tu esencia de cualquier invasión. En cada explosión, en cada suspiro contenido, aprendes el arte de la autodefensa con gracia, descubriendo que en el calor de tu enojo se forja el temple de tu integridad inquebrantable.

En las profundidades del alma, donde convergen los suspiros del tiempo, encuentra el eco de tus quejas un propósito sagrado. Ama cada lamento, pues en su eco distante se teje el hilo de tu destino. Abraza tu pasado con ternura, pues en sus páginas ajadas reposan las lecciones que han esculpido tu ser. Acoge tus heridas como tesoros marcados por la vida, pues en su dolor latente descubres la fuerza para alzar el vuelo. En cada queja, en cada recuerdo, en cada cicatriz, halla el mapa que te guía hacia la luz de tu propia elección.

En el silencio de la noche, entre las sombras que danzan al compás del viento, descubre el secreto guardado en la oscuridad. Ama tus sombras, pues en su abrazo encuentras el contraste que resalta la intensidad de tu luz interior. Sin ellas, el fulgor de tu esencia se diluiría en la vastedad del universo. Son las sombras las que delinean el camino hacia la claridad, revelando la profundidad y el canal por el cual tu luz irradia al mundo. En cada sombra, en cada penumbra, yace la esencia misma de tu luminoso ser.

En el telar del destino, donde se entrelazan hilos de luz y sombra, descubre el secreto oculto tras tus energías. Al final, cada desafío, cada obstáculo, cada lágrima, es una bendición disfrazada, esperando ser reconocida. Depende de ti despojarlas de su velo, revelar su verdadero rostro, su esencia de crecimiento y transformación. Cada prueba es un regalo, cada dolor una lección, cada caída una oportunidad de resurgir. Abraza el poder de la alquimia interior, transmutando la adversidad en fortaleza, la oscuridad en luz. En tus manos yace el poder de desvelar el tesoro escondido en cada experiencia.

martes, 19 de marzo de 2024

Piloto automático


 


En este vasto universo espacio-temporal, me
veo atrapada en una eterna búsqueda de
conocimientos. Mis días transcurren en un
constante estado de automatismo, como si
estuviera congelada en el tiempo. Cada vez 
que vislumbro la oportunidad de avanzar, algo
misterioso interviene y me devuelve a mi
papel de estudiante perpetua.

La memoria de cuánto tiempo he pasado en
este estado se desvanece entre mis
pensamientos. Aunque a veces logro 
recuperar momentáneamente mi conciencia, 
el miedo y la ansiedad se apoderan de mi,
dejándome paralizada ante la incertidumbre
del futuro. Me siento atrapada en un limbo
entre lo que fue y lo que podría ser, incapaz
de romper este ciclo interminable.

Mis días se llenan de nuevos estudios, nuevas
carreras, pero sin lograr avanzar hacia 
ninguna meta concreta. En medio de este
laberinto de indecisión, una voz interior clama
por ayuda, buscando una salida de este bucle
eterno. Así es como me encuentro, en un
estado de piloto automático, anhelando
desesperadamente encontrar una guía que
me permita romper esas cadenas y encontrar
mi verdadero camino.


Allison Panizza
18/03/2024

jueves, 14 de marzo de 2024

La culpa es del gato

 



En la danza de la vida, un misterio se halla, culpa del gato, dicen todos sin falta. Respiras, susurra el viento, es culpa del minino, te sigue con ojos astutos, sin descanso ni tino.

Entra y sale a su antojo, siempre jugando su juego, culpa del gato, murmura el eco, sin relevo. Come o no come, decide el felino travieso, la culpa recae sobre él, en este proceso.

El sol abrasador o el frío del invierno, "culpa del gato", sus pasos causan desgobierno. En las horas felices o de triste despedida, el gato es culpable, la culpa es compartida.

Bajo el calor del sol, te sientas a esperar, culpa del gato, su lugar él vino a ocupar. La tarta sin manzanas, las plantas sin cuidado, la culpa es del gato, así ha sido decidido.

En el liceo bullicioso, hay ATD, un rumor corre veloz, culpa del gato, murmuran con voz atroz. La humedad, el calor, en este mundo ingrato, culpa del gato, recae sobre su lomo grato.

Y si en tu ser se acumulan, los pesares sin fin, culpa del gato, en sus ojos hallarás tu confín. Los ovarios llenos me tenes Así es la danza de la vida, en su eterno compás, culpa del gato, un misterio que nunca se desvanecerá jamás.


Allison Panizza