¿Quien en
Vurdalak, se preguntarán?
Es el principio
y el fin de todos mis impulsos, la regla buscada reconocida y amada de todas
mis tendencias y movimientos.
Decir poesía es
decir Vurdalak, escribí “en las sombras” es una poesía, en “prosa” que lo
muestra al mundo, que le da una aparición mas clara de cómo es y quien es
realmente el.
En todas mis
historias, he llenado mis paginas con el continuo recuerdo de Vurdalak, figura
real y elevada al altísimo símbolo, fuera ya de toda realidad y vivo solo en el
mundo legendario de la fantasía.
Desde el momento
en que lo conocí, mi alma queda para siempre esclavizada, por un amor tal como
nunca antes pudo haber sentido.
El sigue siendo
mi idealizado muso, mi mayor inspiración, es como el alfa y omega, principio y
fin, el primero y el ultimo, yo lo inmortalizo, y me inmortalice en no exenta
sin embreo en el mundo real.
Fue el, tan
loco, tornadizo, pistolero, ligero, audaz y rompe corazones, quien me
transformo en “una corazón para amor ya muerto”.
En dos mundos
distintos, el suyo y el mió, nació una gran
pasión, en el mundo de la mentira y verdad, de la fantasía y la
realidad, en un mundo que gira y gira y todo se pierde, en un mudo vació y en
tinieblas, ahí nos coloco dios a prueba, ,….
Hace tiempo
trato de sacar, terminar este escrito sobre el, pero se me ha hecho difícil, a
veces me pongo a pensar en Vurdalak, porque llegue a elevarlo como a dios
El es la POESÍA,
mi POESÍA,
Escribo en mis claras
veladas, en soledad, esperando un esplendor de mañanas futuras, no es mi
corazón ni mente que lo esperan porque saben que no hay esperanzas, es mi ALMA,
la que lo espera, es ella la que sabe cuando llegara ese momento….
EL momento de la
reunión,
Decir Poesía es
decir Vurdalak, son tres pero solo una es el.
Traigo al
recuerdo las primeras tempestades del corazón y del pensamiento, los primeros
suspiros y las primeras lágrimas de la pasión.
Aquellos recuerdos y aquellas historias, son las más bellas herencias de la
vida.
“Mi alma era
pura como la sonrisa de una madre y mi corazón inocente como la mirada de un
niño”.
El corazón y la
mirada, los suspiros y los anhelos infinitos, a través de ellos descubrí que lo
amaba y descubrí un mundo nuevo, entre los himnos de aquel lugar: Sarandi del
Yí
Desde entonces comprendí
el amor, y desde ese momento nuestras pupilas se buscaron con insistencia, cada una de nuestras sonrisas
era una promesa, y cada una de nuestras palabras una confesión.
Siempre he
llevado de la mano a la soledad, porque el mundo me es importuno, y me he
entregado a ese rato de melancolía.
Es en ese
silencio en que parece que las almas de los amantes, se desprenden de su cuerpo
y alzando el vuelo juntas, cual dos palomas que dejaran el nido, buscan
regiones más serenas, donde poder hablarse en tiernísimos coloquios de aquel
amor que forma mi ventura.
A veces cuando
estoy sola en mi cuarto, y tengo la mente en blanco, aparece como una ráfaga su
imagen y desaparece, cuando sucede esto el aparece, es algo extraordinario, es
como si me hiciera telepatía, como avisándome que salga, porque el esta allí
esperando verme.
Así se desliza
mi vida y mis días como un rumor en la soledad, como un murmullo en el viento.
Somos
dos aves gemelas separadas por el `prestigio de la desdicha, y el habito de vivir,
ensayando el vuelo en un nativo bosque, dos olas juguetonas, en la tempestad de
una creciente de la que un día fue, el remanso azul de un mismo río, dos
lagrimas de la aurora en el cáliz de una misma flor, dos lirios nacidos y
separados en la ribera de una misma fuente.
Hasta
que llego el momento que la tempestad rugió sobre nosotros, ¿no se que paso con
Vurdalak?, en mi diario con fecha del 18 de junio de este año 1998, encontré lo
siguiente, que Vurdalak, había muerto, una daga en su cuerpo de plata con un rubí
en el medio, para quitarle la vida, y una estaca de madera, la misma madera en
la cual Jesucristo fue crucificado, para quitarle el alma.
Yo
me pregunto, fui yo quien acabo con el o fue el hombre ¿porqué desde ese
entonces no escribí mas?, nuestra felicidad debía caer al suelo, y separados
tristemente, iría a consumirme el dolor de su ausencia.
Saben
lo que es alimentar una ilusión, verla nacer, crecer y desarrollarse con
nosotros, y luego verla convertida en humo, llevándose la paz del corazón.
“Su ideal como el templo de Troya, siete veces ardido, y
siete veces construido, volvía a alzarse en el esplendor de su belleza
insuperable”.
En
algún lugar y en algún tiempo Vurdalak, el encuentro de nuestras dos almas será
decisivo.
Allison Panizza
21/07 –
11/12/1998
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