Mis sueños son hijos de una mente
cansada,
Engendrados tan solo por la fantasía,
Son como el aire, que acaricia por
momentos,
El seno congelado de Sarandi del Yi.
Él
está en las sombras nocturnas, como
un vampiro,
Dispuesto a atacar, el asciende sobre mi,
Con sus alas; y es como el príncipe
mensajero de las
Tinieblas que hace que los mortales,
levantes sus
Miradas absortas cuando pasa.
Soy el poeta –tu eres la lira;
Soy el follaje – tu el ruiseñor;
Soy la campiña que el sol fecunda
Tú eres el sol.
Soy la tristeza –tu la sonrisa;
Soy ser horrible – tu manantial;
Soy la cabeza que piensa y sueña
Tú el ideal.
Soy la tierra –tu eres el cielo;
Soy la tinieblas –tu eres el fulgor;
Yo soy la culpa – tu vida mía,
La redención.
Sueño en pleno despertar…
Siento amor cuando no quiero sentir.
Una pena pasa sobre mi corazón y se
acrecienta;
El cariño que me muestras, añade un nuevo
dolor a mi dolor.
Este amor es humo engendrado por el
hálito de los suspiros.
El es hermoso, no tiene palabras amorosas
Pero si una mirada ardiente,
Es
seductor como los vampiros.
Y así aunque rico en hermosura,
Es pobre porque cuando se muera,
Morirá su tesoro.
Cuando entona sus pupilas
Y sonríe con amor
Parece que se abre el cielo
Pero que se oculta el sol.
Sus labios son dos claveles
Que forman solo una flor,
En cada hojita hay un beso,
Y en medio del beso Dios.
Demasiado me llega; demasiado bello;
No ama a nadie. Y así para ganar el
cielo,
Me desespera a mí.
El cerebro le dice al corazón que lo
saque de ahí,
Que le de libertad a los ojos, y
contemple otras bellezas
¨
El que se queda ciego, no puede olvidar el tesoro de su vista perdida ¨.
El corazón le pide al cerebro que le
muestre otra belleza,
Aunque de nada servirá.
El cerebro no puede ayudarle a olvidar,
Pero le enseñará al corazón, o de lo
contrario,
Morirá en deuda con el.
Dicen que un fuego se apaga con otro
fuego
Y una pena se cura con la angustia de
otra
Dos vértigos opuestos se anulan hasta la
serenidad.
Absorbe por mis ojos un nuevo veneno, no
vi como
El toxico antiguo perdiera su poder.
Desde el primer día que lo vi,
Jamás salio de mi, jamás.
Que las lágrimas de mis ojos se
conviertan en llamaradas,
¡Sí existe un hombre mas bello que el!
El sol que todo lo ve, no ha visto nada
igual
Desde que el existe para mi.
El cerebro le dice al corazón que el es
hermoso,
Porque no tiene otro delante,
Y
los ojos lo comparan con el mismo;
Pero si dejo que la balanza de mis ojos
pese a mí amado con otro
Que sea como la lira y a la vez poesía,
Veré si el que adoro mantiene el
equilibrio.
¡Claro que si! La luz de su belleza
ostenta su esplendor.
Belleza demasiado sutil para la tierra;
-¡Sal de ahí encarnación del pasado!-
-¿Cuál es su nombre?-
Suspiro y de la misma manera muero…
Su mirada es suave y peligrosa,
Mas peligrosa que siete dagas…
Pero bajo esa mirada siento el abrigo de
todas sus maldades.
La noche pone su antifaz en mi cara,
Te hablo en al sombra, para que me oigas.
¿Te gusto? Se que me dirás que si,
Y creeré en tu palabra,
Sin ver que un juramento, puede ser un
engaño…
El es tierno, no muy pulido,
Pero su ternura es grande,
Que a la mar se parece;
Que cuando se desborda
Se diría que crece.
Hay una gran historia que contar.
Una historia, una copa y dos equilibrios.
Noche, soberana, reboza con tu manto
De oscuridad sobre las sombras,
Tráeme a ese ángel;
¨
Príncipe de la oscuridad ¨
Que tanto aguardo como nieve
Sobre el ala de un cuervo;
Y después, cuando muera,
Forma de el mi estrella
Para hacer mas grandiosa la grandeza del
cielo.
Allison Panizza
1997
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