Eran
las vacaciones de invierno, yo me encontraba frente a la estufa con mis dos
primas: Agustina y Dahiana.
De
tarde el sol calentó un poquito y decidimos salir a caminar, cuando de pronto
lo vi ahí. El es tan guapo, tiene unos hermosos ojos color verde pelo castaño.
Se me acercó, Agustina y Dahiana salieron a caminar, yo me quede hablando con el, después de cierto tiempo concretamos una cita para la noche. A eso de las 21 horas, llego, fuimos hasta la Meson del Vrolak.
Se me acercó, Agustina y Dahiana salieron a caminar, yo me quede hablando con el, después de cierto tiempo concretamos una cita para la noche. A eso de las 21 horas, llego, fuimos hasta la Meson del Vrolak.
Ahí
nos detuvimos y hablamos, algunas caricias, besos y nos arreglamos.
El
15 fuimos a la Meson del Vrolak, con Agustina, Dahiana y la abuela que hacia
fecha de la muerte del Reverendo Metternich.
Edgard
Eckman (alias Metternich): A este señor lo llaman así por sus aspectos.
Metternich fue uno de los más brillantes y persuasivos diplomáticos de Austria,
defensor ardiente de su imperio, rico en su ingenio, y en recursos políticos.
El verdadero Metternich tenía esos aspectos, aunque supo siempre que se
enfrentaba a la peor época de su país, que trato de evitar con la boda de María
Luisa de Austria y Napoleón.
Metternich,
es reconocido como hijo del Reverendo. Al llegar al salón en el piso, hay un
mausoleo en el cual dice: “AQUÍ YACE EL REVERENDO PAUL ECKMAN FALLECIDO DE
INFORTUNADO ACCIDENTE DESCANSE EN PAZ”, en letras de oro.
Cuando
volvimos a casa la tía Rosario estaba haciendo cuentos, era una tarde gris, había
relámpagos y truenos, eran las 17 horas pero parecía que eran las 21 horas.
Todos sus cuentos eran de hechicería, misterios. Ella comento que muchas chicas
cuentan que Mahttioo es un Vurdalak que significa: en Rusia, vampiro o poseído
por las fuerzas diabólicas.
Yo
quede estupefacta, después reaccione, y le dije a la tía Rosario que eso es una
estupidez.
No
podía creer, Agustina y Dahiana me miraban con unos ojos. No era posible yo había
estado con el, nos habíamos amado, nunca note nada raro. El es el amor de mi
vida.
Tía
Rosario seguía con sus cuentos, Agustina y Dahiana le pidieron, que les dijera más
de Mahttioo. Nos hizo el comentario que un día, no hace mucho, Mahttioo tenia
novia y que el la llevo hasta la
Mesón del Vrolak y entraron aun pasaje no conocido y en las
noche se siente estos gritos “Arde bruja,
quémate maldita bruja”. Pero la tía nos dice: Una de las normas de
ciertos inquisidores de la Edad Media decían que “Si es persignado
adecuadamente el diablo se ve siempre precisado a decir la verdad y salir del
cuerpo de la embrujada”. . . Yo
interrumpí a la tía y le pregunte si ella en esas noches escucho eso de “arde
bruja” y ella me dijo que no.
Le
pregunte por que dijo eso ni Agustina ni Dahiana, ni yo entendíamos lo que dijo
que tenia que ver esas supersticiones de la edad media, yo dije Mahttioo, no es
así, claro sin que entraran en sospechas de que Mahtt me gustaba. La tía me quedo mirando.
Al
otro día fuimos a cenar afuera y en el restaurante Roadster, estaba Mahttioo
con sus hermanos cenando. Yo cuando lo vi.
Se me congelo el corazón, mire a Agustina y Dahiana, las chiquilinas me
quedaron mirando, yo no sabia en donde me metía, el nos saludo cordialmente,
las chiquilinas y yo lo saludamos también.
El
estaba frente a mi, siempre estaba mirándome, como me gustaba, esos labios, ese
cuerpo guau, cuando el me miraba con esa expresión tan dulce, mis pensamientos
volaban, yo no podía creer, el amor de mi vida es un vampiro, o un poseído por
las fuerzas diabólicas mas claro un Vurdalak. Sentí miedo pero después se me
fue, no, no es cierto, lo veía ahí y no podía creerlo.
Seguimos
en el restaurante, de pronto el se para, me
hace una guiñada y me tira un beso y se retira con sus hermanos.
Cada
vez que nos veíamos nos entregábamos, el uno para el otro. Así como las flores
necesitan del rocío para poder vivir, mi corazón necesitaba de su amor, para
poder latir.
Nada
de lo que tía Rosario decía, podía creer, no, yo lo amaba, con el siento paz y
felicidad, siento que lo quiero y nada nos podrá separa. Yo
cuando estoy con el, junto el la vida
cambia.
Agustina
me decía que el amor que yo sentía por el “es amor de fuego que quema sin
arder”. “Es creer que se gana con perder”. “Es querer sin mas querer”. Si, es
cierto, su amor me quema, hay llama en mi ser cuando estoy con el. Su nombre es
música, su apellido canción, y sus besos son flechas que atraviesan mi corazón.
El
es un beso, una lágrima, una caricia, un canto, una voz, un perfume, un hombre
que amo más allá del amor. Mi corazón por el, esta enfermo porque mi amor, es
imposible, y grande. “Para nosotros dos, el amor son dos almas y un pensamiento,
dos corazones y una palpitación”.
Dahiana
estaba trauma-da con los cuentos de tía Rosario. Ella me pedía que viajara, así
me alejaba de Mahttioo.
Yo
le respondí que nunca la ausencia causa el olvido de quien quieres cada vez más.
Podré no verlo, no hablarle, pero olvidarle jamás.
No
permitiré que los cuentos de tía Rosario, me quiten la sonrisa de los labios.
Agustina y Dahiana me decían que debía olvidar lo antes de que pasara algo,
estaban traumadas con esas historias de la tía.
El
18 fuimos a la Meson del Vrolak con Agustina, Dahiana, la abuela, tía Rosario y
mi mamá. Íbamos a ver unos cuadros y otras cosas más que Metternich quería
mostrarnos.
Cuando
entramos en el salón, vimos un cuadro muy interesante, de pronto, estaba ahí, mirándome
con esos hermosos ojos verdes, bellos como la naturaleza, sinceros como sombra,
en el linde de una luz.
Quede
. . . y al momento parecía que me prendía
fuego por verlo, tía Rosario como siempre, nos reunió a los tres y nos dijo –
Si no lo conocen, ahí esta el Vurdalak de Mahttioo -, Agu y Dahi me miraron,
como siempre el muy simpático, nos saludo, nosotros también.
De
repente la abuela, tía Rosario, mamá, mis primas y yo, estábamos frente a un
cuadro muy raro, y a la vez con ciertas cualidades.
Mahttioo
y sus hermanos, estaban también ahí.
Miramos el cuadro, observamos rato largo, “No
era sencillo afirmar si se trataba de un hermoso joven fallecido en el pasado”.
Para
no perder la costumbre, tía Rosario empezó con sus cosas raras, y no se dio
cuenta de que Mahttio se encontraba allí junto a nosotras. He hizo un
comentario, nos dijo que en ese tiempo, hubieron muertes espantosas, sucesos habían
tenido lugar año tras año. Entonces ella dijo: - ¿No será Mahttioo el Vurdalak,
el joven del cuadro?
No
se pero sentí un calor, parecía que me prendía fuego, quede roja, me sentí re mal, creí morir. Me fui corriendo de ese
lugar y con muchas lagrimas en mis ojos, quizás no sea para tanto, pero sentí
algo desagradable en mi ser. Mahttioo salio tras de mi, el me tomo de un brazo
y yo lo abrace, nos quedamos rato largo hablando. Nos
abrazamos y salimos a caminar, para el parque de la Meson del Vrolak.
El
me dio un beso y me dijo esta frase: - Nunca te arrepientas de lo que has hecho
con amor-, y me dijo lo siguiente: - Tu tía Rosario no es muy justa que digamos,
pero la prueba de la justicia, consiste en determinar hasta que punto es uno
justo con aquellos que no lo son- ; sus palabras, aquellas palabras que sonaban
lejos para mi, el me dio a entender algo, pero yo estaba ciega por su amor, ni
lo escuchaba.
El
tiempo feo seguía, tía Rosario se quedo en casa, cuando yo llegue, tía se
disculpo conmigo por lo que había pasado, ella continuaba su conversación y comento
que leyó en el diario lo siguiente, que para los periodistas no acertaban a
entender nada de lo que ocurría a su alrededor.
Las
cosas iban de sorpresa en sorpresa, pero lo que no les cabía la menor duda, era
que todo en este pueblo, se producía de una forma absolutamente asombrosa.
Tía hizo un comentario con mi madre, si a eso de las 24 horas, no escucho el
ululante canto del can de las tinieblas y el bramido terrible del chacal guardián
del umbral.
Tía
Rosario empezó a decir que el día señalado... y yo le corte la conversación, y
le dije que se dejara de cuentos alucinantes, porque de noche salíamos con mis
primas a caminar, y sus cuentos nos dan miedo, pero ella me dijo que con este día
no íbamos a salir a ningún lado y siguió su conversación con mi madre; el día
señalado para el gran acontecimiento
amaneció con el cielo cubierto de nubes grises que amenazaban tormentas, y de
vez en cuando se veían las copas de los árboles circundantes, el zigzag
luminosos de los rayos, y el eco lejano de los truenos.
Siguió
contando que cuando ella ayer salio, a la tienda, vio adentro del parque de la Meson
del Vrolak, unos ojos verdes que brillaban como piedras preciosas, como
esmeraldas, que la miraban, y su mirada contemplaban con satánica lujuria su
cuerpo. Eran tan verdes como un puñal que la atravesaban.
Además agrego, que en la pagina 5 del diario, decía que ya no eran solamente
jovencitas desaparecidas, si no también, niños y ancianos, hombres y mujeres
jóvenes, empezaron a ser dueños de la muerte. . .
Y
a su continuación en la pagina 6, dice que existe el “CAMPO RASO”, donde los
cadáveres afloran en grupos, que ninguno de ellos conserva la quietud del
reposo eterno, hacinados, amontonados, parece haber entre ellos, una gigantesca
y macabra batalla.
Eran
las 23 horas, y yo me fui a acostar, a eso de las tres de la mañana, me
despierto toda traspirada, de una pesadilla en la cual estaba, la tía Rosario,
y repetía varias veces lo siguiente: “Mahttioo es un vampiro”, un clásico,
tradicional, legendario en incluso típico vampiro, según los modelos mas fantásticos
de la mas divulgada y aparentemente increíble vampiro logia”.
Al
otro día fuimos con la abuela al museo de arqueología, en el cual era dueño,
Edward Eckman “alias” Metternich.
Llegamos
y nos empezó a mostrar, parecía un museo de terror y miedo, allí estaba el.
Estaba tan atractivo, el no nos vio, yo seguí con la abuela y mis primas, por
suerte tía Rosario no fue, no acababa de decirlo, cuando ella apareció y se unió
a nosotros. En ese museo, se representaban todas las crueldades, todas las
torturas de la historia de la humanidad.
El
diluvio universal, los circos de la
Roma imperial, la inquisición, Hiroshima. . . pero en los sótanos había una sola ESPECIAL,
la celda de los leprosos; parecía tan real aquello, pero solo en mi
imaginación.
Yo
estaba sugestionada con los cuentos de tía Rosario, yo respiraba un aire
irreal, y quería salir de ahí para respirar aire fresco, vi.
en los ojos de Mahttioo algo extraño, vi que reflejaban miedo, mucho miedo,
salimos tarde de allí, de repente vemos la luna llena, que se alza sobre el
cielo, parece que los acontecimientos decisivos, los que marcan de manera que
no se pueden quitar ni borrar, el rumbo de una vida, suelen estar
desencadenados, por un hecho trivial, y para Mahttio todo cambio, en una
rutinaria visita al museo de arqueología.
La
luna se empezó a cubrir con densos y negros nubarrones, ya la noche quedo oscura, y se desata con furia una
tormenta con relámpagos, truenos, era aquello algo alucinante, y el se
encontraba envuelto en esa furia, que era como un imán que lo atraía, esa
tormenta duro unos momentos, luego todo se aclaro.
Pasaron
unos días, y busque a Mahttioo por todas partes, le pegunte a sus hermanos, y
ellos quedaron mudos, no me contestaban nada, le pregunte a Metternich y el no
sabia nada, nadie sabia nada de el.
Y
las predicciones que tía Rosario, decía se cumplieron.
Cuando
yo descubro que dentro mío esta palpitando otra vida. . .
Allison
Panizza
/01/1993
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