miércoles, 21 de agosto de 2013

OSCURIDAD






Eran las vacaciones de invierno, yo me encontraba frente a la estufa con mis dos primas: Agustina y Dahiana.
De tarde el sol calentó un poquito y decidimos salir a caminar, cuando de pronto lo vi ahí. El es tan guapo, tiene unos hermosos ojos color verde pelo castaño.
Se me acercó, Agustina y Dahiana salieron a caminar, yo me quede hablando con el, después de cierto tiempo concretamos una cita para la noche. A eso de las 21 horas, llego,  fuimos hasta la Meson del Vrolak.
Ahí nos detuvimos y hablamos, algunas caricias, besos y nos arreglamos.

El 15 fuimos a la Meson del Vrolak, con Agustina, Dahiana y la abuela que hacia fecha de la muerte del Reverendo Metternich.
Edgard Eckman (alias Metternich): A este señor lo llaman así por sus aspectos. Metternich fue uno de los más brillantes y persuasivos diplomáticos de Austria, defensor ardiente de su imperio, rico en su ingenio, y en recursos políticos. 
El verdadero Metternich tenía esos aspectos, aunque supo siempre que se enfrentaba a la peor época de su país, que trato de evitar con la boda de María Luisa de Austria y Napoleón.

Metternich, es reconocido como hijo del Reverendo. Al llegar al salón en el piso, hay un mausoleo en el cual dice: “AQUÍ YACE EL REVERENDO PAUL ECKMAN FALLECIDO DE INFORTUNADO ACCIDENTE DESCANSE EN PAZ”, en letras de oro.

Cuando volvimos a casa la tía Rosario estaba haciendo cuentos, era una tarde gris, había relámpagos y truenos, eran las 17 horas pero parecía que eran las 21 horas. Todos sus cuentos eran de hechicería, misterios. Ella comento que muchas chicas cuentan que Mahttioo es un Vurdalak que significa: en Rusia, vampiro o poseído por las fuerzas diabólicas.

Yo quede estupefacta, después reaccione, y le dije a la tía Rosario que eso es una estupidez.
No podía creer, Agustina y Dahiana me miraban con unos ojos. No era posible yo había estado con el, nos habíamos amado, nunca note nada raro. El es el amor de mi vida.

Tía Rosario seguía con sus cuentos, Agustina y Dahiana le pidieron, que les dijera más de Mahttioo. Nos hizo el comentario que un día, no hace mucho, Mahttioo tenia novia y que el la llevo hasta la Mesón del Vrolak y entraron aun pasaje no conocido y en las noche se siente estos gritos “Arde bruja,  quémate maldita bruja”. Pero la tía nos dice: Una de las normas de ciertos inquisidores de la Edad Media decían que “Si es persignado adecuadamente el diablo se ve siempre precisado a decir la verdad y salir del cuerpo de la embrujada”. . .  Yo interrumpí a la tía y le pregunte si ella en esas noches escucho eso de “arde bruja” y ella me dijo que no.

Le pregunte por que dijo eso ni Agustina ni Dahiana, ni yo entendíamos lo que dijo que tenia que ver esas supersticiones de la edad media, yo dije Mahttioo, no es así, claro sin que entraran en sospechas de que Mahtt me gustaba. La tía  me quedo mirando.

Al otro día fuimos a cenar afuera y en el restaurante Roadster, estaba Mahttioo con sus hermanos  cenando. Yo cuando lo vi. Se me congelo el corazón, mire a Agustina y Dahiana, las chiquilinas me quedaron mirando, yo no sabia en donde me metía, el nos saludo cordialmente, las chiquilinas y yo lo saludamos también.

El estaba frente a mi, siempre estaba mirándome, como me gustaba, esos labios, ese cuerpo guau, cuando el me miraba con esa expresión tan dulce, mis pensamientos volaban, yo no podía creer, el amor de mi vida es un vampiro, o un poseído por las fuerzas diabólicas mas claro un Vurdalak. Sentí miedo pero después se me fue, no, no es cierto, lo veía ahí y no podía creerlo.

Seguimos en el restaurante, de pronto el se para, me hace una guiñada y me tira un beso y se retira con sus hermanos.
Cada vez que nos veíamos nos entregábamos, el uno para el otro. Así como las flores necesitan del rocío para poder vivir, mi corazón necesitaba de su amor, para poder latir.

Nada de lo que tía Rosario decía, podía creer, no, yo lo amaba, con el siento paz y felicidad, siento que lo quiero y nada nos podrá separa. Yo cuando estoy con el, junto  el la vida cambia.

Agustina me decía que el amor que yo sentía por el “es amor de fuego que quema sin arder”. “Es creer que se gana con perder”. “Es querer sin mas querer”. Si, es cierto, su amor me quema, hay llama en mi ser cuando estoy con el. Su nombre es música, su apellido canción, y sus besos son flechas que atraviesan mi corazón.
El es un beso, una lágrima, una caricia, un canto, una voz, un perfume, un hombre que amo más allá del amor. Mi corazón por el, esta enfermo porque mi amor, es imposible, y grande. “Para nosotros dos, el amor son dos almas y un pensamiento, dos corazones y una palpitación”.

Dahiana estaba trauma-da con los cuentos de tía Rosario. Ella me pedía que viajara, así me alejaba de Mahttioo.
Yo le respondí que nunca la ausencia causa el olvido de quien quieres cada vez más. Podré no verlo, no hablarle, pero olvidarle jamás.
No permitiré que los cuentos de tía Rosario, me quiten la sonrisa de los labios. Agustina y Dahiana me decían que debía olvidar lo antes de que pasara algo, estaban traumadas con esas historias de la tía.
El 18 fuimos a la Meson del Vrolak con Agustina, Dahiana, la abuela, tía Rosario y mi mamá. Íbamos a ver unos cuadros y otras cosas más que Metternich quería mostrarnos.


Cuando entramos en el salón, vimos un cuadro muy interesante, de pronto, estaba ahí, mirándome con esos hermosos ojos verdes, bellos como la naturaleza, sinceros como sombra, en el linde de una luz.
Quede . . .  y al momento parecía que me prendía fuego por verlo, tía Rosario como siempre, nos reunió a los tres y nos dijo – Si no lo conocen, ahí esta el Vurdalak de Mahttioo -, Agu y Dahi me miraron, como siempre el  muy simpático,  nos saludo, nosotros también.

De repente la abuela, tía Rosario, mamá, mis primas y yo, estábamos frente a un cuadro muy raro, y a la vez con ciertas cualidades.
Mahttioo y sus hermanos, estaban también ahí. 

Miramos el cuadro, observamos rato largo, “No era sencillo afirmar si se trataba de un hermoso joven fallecido en el pasado”.
Para no perder la costumbre, tía Rosario empezó con sus cosas raras, y no se dio cuenta de que Mahttio se encontraba allí junto a nosotras. He hizo un comentario, nos dijo que en ese tiempo, hubieron muertes espantosas, sucesos habían tenido lugar año tras año. Entonces ella dijo: - ¿No será Mahttioo el Vurdalak, el joven del cuadro?

No se pero sentí un calor, parecía que me prendía fuego, quede roja, me sentí  re mal, creí morir. Me fui corriendo de ese lugar y con muchas lagrimas en mis ojos, quizás no sea para tanto, pero sentí algo desagradable en mi ser. Mahttioo salio tras de mi, el me tomo de un brazo y yo lo abrace, nos quedamos rato largo hablando. Nos abrazamos y salimos a caminar, para el parque de la Meson del Vrolak.

El me dio un beso y me dijo esta frase: - Nunca te arrepientas de lo que has hecho con amor-, y me dijo lo siguiente: - Tu tía Rosario no es muy justa que digamos, pero la prueba de la justicia, consiste en determinar hasta que punto es uno justo con aquellos que no lo son- ; sus palabras, aquellas palabras que sonaban lejos para mi, el me dio a entender algo, pero yo estaba ciega por su amor, ni lo escuchaba.

El tiempo feo seguía, tía Rosario se quedo en casa, cuando yo llegue, tía se disculpo conmigo por lo que había pasado, ella continuaba su conversación y comento que leyó en el diario lo siguiente, que para los periodistas no acertaban a entender nada de lo que ocurría a su alrededor.
Las cosas iban de sorpresa en sorpresa, pero lo que no les cabía la menor duda, era que todo en este pueblo, se producía de una forma absolutamente asombrosa.

Tía hizo un comentario con mi madre, si a eso de las 24 horas, no escucho el ululante canto del can de las tinieblas y el bramido terrible del chacal guardián del umbral.
Tía Rosario empezó a decir que el día señalado... y yo le corte la conversación, y le dije que se dejara de cuentos alucinantes, porque de noche salíamos con mis primas a caminar, y sus cuentos nos dan miedo, pero ella me dijo que con este día no íbamos a salir a ningún lado y siguió su conversación con mi madre; el día señalado para el gran acontecimiento amaneció con el cielo cubierto de nubes grises que amenazaban tormentas, y de vez en cuando se veían las copas de los árboles circundantes, el zigzag luminosos de los rayos, y el eco lejano de los truenos.

Siguió contando que cuando ella ayer salio, a la tienda, vio adentro del parque de la Meson del Vrolak, unos ojos verdes que brillaban como piedras preciosas, como esmeraldas, que la miraban, y su mirada contemplaban con satánica lujuria su cuerpo. Eran tan verdes como un puñal que la atravesaban.

Además  agrego, que en la pagina 5 del diario, decía que ya no eran solamente jovencitas desaparecidas, si no también, niños y ancianos, hombres y mujeres jóvenes, empezaron a ser dueños de la muerte. . .

Y a su continuación en la pagina 6, dice que existe el “CAMPO RASO”, donde los cadáveres afloran en grupos, que ninguno de ellos conserva la quietud del reposo eterno, hacinados, amontonados, parece haber entre ellos, una gigantesca y macabra batalla.

Eran las 23 horas, y yo me fui a acostar, a eso de las tres de la mañana, me despierto toda traspirada, de una pesadilla en la cual estaba, la tía Rosario, y repetía varias veces lo siguiente: “Mahttioo es un vampiro”, un clásico, tradicional, legendario en incluso típico vampiro, según los modelos mas fantásticos de la mas divulgada y aparentemente increíble vampiro logia”.

Al otro día fuimos con la abuela al museo de arqueología, en el cual era dueño, Edward Eckman “alias” Metternich.
Llegamos y nos empezó a mostrar, parecía un museo de terror y miedo, allí estaba el. Estaba tan atractivo, el no nos vio, yo seguí con la abuela y mis primas, por suerte tía Rosario no fue, no acababa de decirlo, cuando ella apareció y se unió a nosotros. En ese museo, se representaban todas las crueldades, todas las torturas de la historia de la humanidad.
El diluvio universal, los circos de la Roma imperial, la inquisición, Hiroshima. . .  pero en los sótanos había una sola ESPECIAL, la celda de los leprosos; parecía tan real aquello, pero solo en mi imaginación.

Yo estaba sugestionada con los cuentos de tía Rosario, yo respiraba un aire irreal, y quería salir de ahí para respirar aire fresco, vi. en los ojos de Mahttioo algo extraño, vi que reflejaban miedo, mucho miedo, salimos tarde de allí, de repente vemos la luna llena, que se alza sobre el cielo, parece que los acontecimientos decisivos, los que marcan de manera que no se pueden quitar ni borrar, el rumbo de una vida, suelen estar desencadenados, por un hecho trivial, y para Mahttio todo cambio, en una rutinaria visita al museo de arqueología.

La luna se empezó a cubrir con densos y negros nubarrones, ya la  noche quedo oscura, y se desata con furia una tormenta con relámpagos, truenos, era aquello algo alucinante, y el se encontraba envuelto en esa furia, que era como un imán que lo atraía, esa tormenta duro unos momentos, luego todo se aclaro.


Pasaron unos días, y busque a Mahttioo por todas partes, le pegunte a sus hermanos, y ellos quedaron mudos, no me contestaban nada, le pregunte a Metternich y el no sabia nada, nadie sabia nada de el.
Y las predicciones que tía Rosario, decía se cumplieron.
Cuando yo descubro que dentro mío esta palpitando otra vida. . .



Allison Panizza

/01/1993

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